"Sólo puede ser considerado un ser humano aquel que estuviera dispuesto a arriesgar su vida animal por algo más que su propia subsistencia. Un sujeto es alguien capaz de morir por algo tan abstracto como un ideal"
-Hegel

jueves, 8 de mayo de 2014

Retrato de la pasión femenina

Emma: ¿Por qué me mientes?
Adèle -llorando-: No miento.Emma: ¿Por qué lloras?
Adèle: No lloro.
Crítica a la obra "La vida de Adele", de Abdellatif Keniche, para segundo año de Periodismo General en TEA.
La obra de Abdellatif Keniche tiene tanto potencial como escenas demás. Con una dirección de fotografía y un guión muy interesantes presenta el amor obsesivo entre Adèle (Adèle Exarchopoulos) y Emma (Léa Seydoux), la muchacha de pelo azul, con el típico estilo del cine francés: primeros planos y relaciones fallidas.
   A la película ganadora de la Palma de Oro en la última edición de Cannes y del Premio Fipresci de la Crítica a la Mejor Película 2013 hay que tenerle mucha paciencia desde el principio. Tal y como la primera escena describe, mientras Adèle corre a la estación de tren, el filme retrata la cotidianeidad de una joven que se cuestiona su sexualidad e intenta lograr que el espectador ría, llore y se identifique profundamente con la protagonista en su búsqueda de quien es. Pero la cámara persiguiéndola en cada pasillo recorrido provoca el efecto contrario esperado por el director: la cantidad de secuencias de la vida de la diaria de Exarchopoulos resulta exagerada y hasta aburrida.
   La película está dividida en dos: la primera parte, donde la protagonista persigue y encuentra al objeto de su pasión, y la segunda donde la relación va flaqueando hasta su dramático final. 
   Las actuaciones, el realismo de las escenas de sexo y las metáforas bien pensadas son lo mejor de la creación de Keniche, como las apariciones en escena de objetos azules antes de la de Emma o el paralelismo entre cómo las personas comen y se relacionan sexualmente (como en el excelente cuadro de los invitados de Emma comiendo pasta en el jardín). La vida de Adèle es una historia del amor joven y el crecimiento de sus personajes, con las oscilaciones entre madurez e inmadurez que éste conlleva, que podría haber sido contada en menos de tres horas.