"Sólo puede ser considerado un ser humano aquel que estuviera dispuesto a arriesgar su vida animal por algo más que su propia subsistencia. Un sujeto es alguien capaz de morir por algo tan abstracto como un ideal"
-Hegel

lunes, 8 de diciembre de 2014

Desamparo Villero

Nota publicada en el Diario Publicable el 8 de noviembre: http://www.diariopublicable.com/sociedad/3180-desamparo-villero.html

URBANISMO

  El fin de semana del 1º de noviembre, cientos de personas que viven en villas, tradicionalmente construidas sobre terrenos inundables, no pudieron salir de sus casas debido a los estragos causados por las inundaciones. Ayer, en coincidencia con el Día del Urbanismo se llevó a cabo una conferencia de prensa brindada en el barrio Los Piletones de Villa Soldati. Con el fin de elevar una denuncia al Gobierno de la Ciudad por el desamparo a los vecinos afectados por la última inundación, el abogado ambientalista Jonatan Emanuel Baldiviezo, indicó: “Hace años que hay familias que viven con peligro de derrumbe en sus casas”.
  Una de las zonas más afectadas fue la de Los Piletones, una suerte de bandera del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para demostrar su responsabilidad y compromiso social sobre las clases desfavorecidas.
  El barrio popularmente conocido gracias a la figura de Margarita Barrientos, creadora del “Comedor Los Piletones”, sufrió las consecuencias del temporal por el crecimiento del lago que lo atraviesa.
  Baldiviezo, abogado del Observatorio del Derecho a la Ciudad, encargado del seguimiento de políticas urbanas, declaró que desde “hace años que hay familias que viven sin acceso al agua corriente y con un constante peligro de derrumbe en sus casas”.
  Por este motivo, la Junta Vecinal de ese barrio realizó ayer una conferencia de prensa en su Centro Comunitario para denunciar la situación y exigir a las autoridades una serie de soluciones habitacionales definitivas.
  Antes de dar inicio al evento, que duró alrededor de 40 minutos, los organizadores propusieron un recorrido de una hora por todo el barrio para dar cuenta de las consecuencias de la inundación junto a vecinos, legisladores y referentes de otras organizaciones barriales, como la Villa 31 y Rodrigo Bueno.
  El abogado sostuvo que el Gobierno de la Ciudad “está desarrollando un plan de urbanización entregando boletos de compra y venta” pero que “sólo diez familias firmaron porque entienden que merecen una urbanización más integral”.
  “Organizamos reuniones participativas con los vecinos que quieran reclamar al Gobierno garantías para que los servicios públicos sean dados acorde a las necesidades especiales de cada familia”, aseveró.
  Rubén Pascolini, arquitecto y dirigente de la Secretaría Nacional de Acceso al Hábitat, la entidad creada el pasado 1º de octubre por la presidenta Cristina Kirchner para la urbanización de barrios informales, indicó que por parte del Gobierno Nacional las competencias en materia de asistencia en caso de emergencia, se derivaron a otros organismos.
  En ese sentido, destacó que los encargados de brindar estas asistencias son entes “más o menos especializados” que trabajan con el tema, pese a que su tarea sea “fundamentalmente acompañar los procesos de urbanización social” a partir de políticas democráticas “que incluyan la participación de la sociedad”.
  Por otra parte, el secretario dijo: “La secretaría trabaja en el acceso al suelo urbano, específicamente en la compra y producción y la regulación de tierras para familias que ocupen informalmente su parcela”.

  Quizás la mayor evidencia que aportó el cese de la inundación haya sido la desnudez a la que fueron sometidas las políticas del Gobierno Nacional y de la Ciudad a la hora de resolver las consecuencias de las lluvias en los barrios más desfavorecidos.

De baldío a barrio de excelencia

El Diccionario Arquitectura en Argentina puntualiza a Puerto Madero como “la construcción de un ghetto para ricos” y “una imagen urbana perfecta para los nuevos ideales de los poderosos de los noventa”. Sin embargo, la historia del puerto con un gigantesco potencial turístico resguarda un área de 170 hectáreas que permaneció desactivada durante los primeros años del siglo XX.
   Se terminó de construir en 1897 con el objetivo de conectar Europa y Argentina durante el auge del modelo agroexportador. Pero, diez años después, el tráfico de mercancías y el incremento en los movimientos de pasajeros lo superó en capacidad. En 1928, la apertura del Puerto Nuevo, en la zona de Retiro, terminó de opacarlo. Así pasó a ser una de las zonas más deterioradas de la ciudad, con sus depósitos abandonados y enormes terrenos baldíos.  
   El 23 de noviembre de 1989 el Presidente de la Nación, Carlos Saul Menem, decretó su urbanización. Nació la Corporación Antiguo Puerto Madero (CAPM), sociedad constituida por el Estado y la municipalidad de la ciudad de Buenos Aires.
   Como explica el artículo -ganador del Concurso de investigación histórica de la revista Todo es Historia- Vivir en el Puerto Madero, por Franco Gonzalo Montesino, el patrimonio de la corporación se integró por las tierras aportadas por el estado y la realización del plan de urbanización, por parte de la municipalidad.
   “Puerto Madero es la obra más grande con vistas al tercer milenio y será un barrio de excelencia, acorde con los requerimientos del hombre de nuestra sociedad”, definió Favid Jorge Casas, presidente de la CAPM, en la inauguración oficial del barrio.
   A principios del año 2000 nació la Asociación de Vecinos del barrio, una iniciativa para tratar diversas problemáticas, principalmente vinculadas a los residuos de los restaurantes del sector.
   Las primeras construcciones comenzaron en el sector oeste y ya en el Censo de 2001 se constataron 400 residentes estables. Hacia 2005, existía una población de 5600 personas y en 2008 ascendió a 8000.
   La totalidad de las calles rinden culto a las mujeres argentinas desde 1995. A este reconocimiento se le sumó, tres años más tarde, la creación del Puente de la Mujer y el parque Mujeres Argentinas.

   “Lo primero que me llamó la atención del puerto fueron los bares y restaurantes” asintió Sebastian Palasser (34 años), turista austríaco que vive desde hace cuatro meses sobre la avenida Ingeniero Huergo. “Estaba enterado de que eran un clásico gastronómico porteño, pero me encantó la gente y el ritmo que viven”, agregó. Y concluyó que: “Acá las noches permiten a la juventud salir y reunirse a conversar del presente y más aún del futuro”.

Corazón de madera en la Legislatura

La visita guiada a la Biblioteca Pública Esteban Echeverría es una de las más pedidas por los turistas que llegan a la Legislatura Porteña. Junto al Salón Dorado, son parte fundamental de la excursión que dirige desde hace cuatro años Martín de Sousa Tomé, licenciado en asistencia social y psicología de la Universidad de Chicago, Estados Unidos.
   “Son muchos los visitantes de la Legislatura que se van maravillados con la biblioteca”, declara. El atractivo de la arquitectura renacentista francesa convoca a más de doscientos turistas por semana. Además, Tomé asegura que la parte más solicitada es la biblioteca tesoro. Se trata de 2200 volúmenes pertenecientes a colecciones antiguas, ubicada en la sala de lectura silenciosa y en permanente proceso de digitalización. El requisito para que los libros ingresen a esta área es que tengan, por lo menos, cien años de antigüedad.
   Sitiada en la planta principal del palacio desde 1936, atesora dos plantas revestidas en boiserie de nogal de Italia, fabricado en los talleres de ebanistas de la ilustre familia Tarris. Además, Gabriel Tarris, uno de los referentes más importantes, colaboró con la arquitectura de algunos de los salones de la Legislatura. Envuelta por estanterías expuestas al público, la biblioteca Esteban Echeverría resguarda más de 36.000 ejemplares de orientación jurídico-legislativa. Coronada por dos arañas de bronce que pesan más de mil quinientos kilogramos cada una, posee una importante bibliografía sobre la historia de la Ciudad de Buenos Aires.
   En el centro de la misma, el óleo Salida del Teatro, obra del pintor Román Ribera, descansa sobre una chimenea de hierro forjado. El cuadro fue un regalo de la Infanta Isabel de Borbón con motivo de los cien años de la Revolución de Mayo. Dos grandes arañas de bronce y cristal francés iluminan la sala principal, diseñadas por el arquitecto Héctor Ayerza.

   “Los estadounidenses son los que más solicitan la visita”, afirma Tomé. “Después, les siguen los uruguayos y brasileros”, agrega. Explica que los turistas que menos vienen son los europeos porque no hay demasiado contacto entre su país y el departamento de Relaciones Internacionales de la Legislatura. Y asiente que: “En general todos son muy atentos en el paso por la biblioteca, se nota cuando el público está interesado. La simetría, los objetos de decoración, el techo y el diseño general les llama mucho la atención”.